Titulo original: Rock Dog 3: Battle the Beat. Dirección: Anthony Bell. Guion: Rob Muir. Música: Richard Evans, Matthew Gerrard. Fotografía: Animación.Estados Unidos, 2022. 90 minutos.
En 2016 se estrenó, a nivel mundial aunque en pocos cines, la película “Rock Dog” salida de China y basada en la novela gráfica, famosa en el continente asiático, “Tibetan Rock Dog”. Las primeras dos cintas se alejaban de la esencia y dinamismo de novela escrita e ilustrada por la estrella de rock china Zheng Jun. Esta tercera parte pretende ser más fiel a su fuente original, en especial a la personalidad del encantador Bodi, un joven mastin tibetano.
“Rock Dog” no tuvo demasiado buena prensa y su taquilla fue pobre ( $24 millones de dólares con un presupuesto de $60 MDD) siendo, hasta ese momento, la película de animación mas cara financiada por China en toda su historia. Cuando se creyó que no se haría una continuación, y como pasa con buena parte de las películas infantiles, comenzó a sumar fanáticos gracias a su formato casero y al streaming. Así llegó la secuela, “Rock Dog 2” (2021).
Bodi era un simple pastor de ovejas hasta que, la caída de una radio del cielo, le cambió la vida. Fue entonces cuando dejó su pueblo natal en la montaña para convertirse, instalado en la gran ciudad, en músico de rock. Desde entonces recorrió el mundo con su banda hasta que regresó a su aldea en el Tibet, para pasar tiempo con su familia.
Pero las cosas no fueron como esperaba. Alguien quiso poner una cuña en el ansia de apaciguar a sus integrantes y Bodi comenzó, en su perruna confusión a no querer asumir el legado familiar. Ahí se entera que el grupo de muchachas K-9 lo desconocen cuando es una auténtica leyenda. Pero no sólo él sino su banda True Blue y la sensación del pop Lil ‘Foxy. Entonces se une a un concurso musical, para motivar e inspirar a una nueva generación de estrellas del rock. A partir de ese momento, Bodi sufre una transformación; pasa de aprendiz a maestro. Le tocara preparar y hacer brillar en el escenario a ese grupo, temeroso y falto de rutina, lo que traerá aparejado una actualización de las diferencias del mundo que lo hizo famoso.
Pero no alcanzan las buenas intenciones. Su rival Neón parece que solo quiere ganar la competencia. Y presenta a una banda de niñas que nunca escucharon a Scatrgood, el grupo del mastín. Bodi comienza a ganar renombre en la televisión y, cuando parece que perdió el rumbo, se encamina a su misión: crear una nueva generación de rockeros apasionados por la música.
Dirigida por Anthony Bell a partir de un guion de Rob Muir, el filme es una explosión de color, música y animación, con personajes aventureros y divertidos. Y, como todas estas cintas, “Rock Dog “ pretende dejar una enseñanza: recordar que la honestidad, ser uno mismo, la música y la amistad son valores importantes, en especial cuando se muestran en el cambio generacional y las redes sociales. También aborda un tema sensible: hacer saber que, cada acto puede lastimar a otras personas, a veces sin quererlo. Enseña, ademas, a cuidar los sentimientos y a mantenerse fiel a si mismos promoviendo, como valor, la capacidad humana del cambio, aunque – a veces- resulten difíciles de promover y aceptar.
Presenta diversos tipos de amistades y los problemas que acarrea. Se sabe que nadie es perfecto y que estamos para aprender, día a día, y cómo, el simple acto de amar, lo cambia todo.
Las tres películas son independientes entre si. No son historias que continúan, una tras otra. La animación no es pretenciosa. China sigue buscando su estilo propio. Esta vez son animales que hablan a los humanos. Y a ellos van dedicado cada una de sus enseñanzas.
Es ideal para ver con los pequeños de casa o la familia completa en la pantalla grande.
Fuente: El Espectador emancipado